OPUS NIGRUM I

La historia comparada de las religiones ha hecho de la polaridad entre la luz y las tinieblas un lugar común. Se trata de una de las más apasionantes invariantes antropológicas recogidas, aquí y allá, por un extenso corpus mítico-arquetípico. Para las religiones astrales del antiguo Oriente, para la cultura helenística en la que incardinará su simbología el cristianismo, o para la mística árabe y judía, el avance inexorable de la noche constituye una muerte iniciática a través de la que avanzamos hacía una nueva dimensión ontológica. A este motivo dedicamos este proyecto que lleva por título OPUS NIGRUM I, una serie de 365 no-fotografías (una por cada día del año 2017) obtenidas a través de la no exposición de la película al efecto de la luz. El diafragma de nuestras cámaras conserva aquí su capacidad para abrirse y recibir el grafo de la luz, pero prefiere hurtarse a él para adentrarse en el nigredo de la alquimia, en la noche oscura del alma.

Esta obra en negro apela a un radical antropológico que nos pertenece a todos porque rebasa con mucho su condición de no-imagen, únicamente “iluminada” por el exacto instante en el que fue registrada, para colocarnos en el umbral de las visiones trascendentales. De hecho, la obra no está basada en el texto patente o manifiesto, en el plano negro, solamente intervenido con el instante en el que fue obtenido, pero en la densidad magallánica de las connotaciones que genera.